Por Livni Saput *
Estados Unidos es por excelencia el enemigo de los pueblos de Abya Yala, nunca ha permitido la soberanía de nuestros territorios y nunca lo permitirá; eso sería fatal para mantener su hegemonía. Es por esto que la coyuntura política y social actual de Guatemala no es casualidad, es exactamente un reflejo de las acciones del gobierno norteamericano y de sus aliados, los cuales han sido los encargados de crear las condiciones para instaurar y legitimar gobiernos que respondan a sus intereses. Sin embargo, es preciso reconocer que sus formas de establecer regímenes, se han vuelto más creativas y han sabido conectar con la emotividad y las necesidades de la población.
Pero la historia nos demuestra que realmente esto ya ocurrió antes. En 1957, durante las elecciones generales de Guatemala, la agencia de inteligencia norteamericana (CIA) planificó un boicot sistemático en contra de las elecciones. Crearon un escenario de miedo, incertidumbre e intimidación, ya que pusieron en duda la trasparencia e institucionalidad de los organismos que llevaban a cabo el proceso y también recurrieron a la represión política; ya que muchos de los opositores considerados de izquierda fueron perseguidos y encarcelados.
Esto les dio ventaja ya que les permitió colocar en el poder a Guillermo Flores Avendaño quién llego a la presidencia designado por la Asamblea Constituyente de ese entonces. Hay que enfatizar que el Congreso de la República, para este período, estaba controlado por el régimen impuesto por Estados Unidos, mediante el Golpe de Estado encabezado por Carlos Castillo Armas. Aunque esto fue temporal, les permitió seguir creando las condiciones que favorecieran los resultados que estaban deseando.
Otro aspecto importante resaltar es que los Estados Unidos siempre tuvo apoyos internos, los judas que condenan al propio pueblo. Para 1957 su aliado principal fue Ýdigoras Fuentes quién se venía formando, desde 1951, luego de perder las elecciones y pedir exilio a William Wieland el embajador de Estados Unidos en El Salvador. Ýdigoras también participó en los planes de la CIA que propiciaba el ataque contrarrevolucionario en Guatemala, e irónicamente para 1957 fue uno de los principales “defensores de la democracia”, e incluso salió a las calles a manifestar con el pueblo a pedir que se repitieran las elecciones que ellos mismos habían boicoteado. Como vemos la coyuntura permitió que Ýdigoras ganara el reconocimiento y también el apoyo popular, y fue así que en 1958 Ýdigoras ganó las elecciones.
Esta breve referencia a un caso concreto en el pasado inmediato evidencia que Estados Unidos manipula a la población, juega con nuestras necesidades y frustraciones y las convierte en un escenario casi perfecto para instaurar sus regímenes. En ocasiones aprovecha la coyuntura y nuestros frágiles sistemas de derecho y en otras es evidente y usa su influencia para colocar presidentes mediante una resolución del Congreso. Cabe mencionar que con la llegada de China y los BRICS a Centroamérica, a Estados Unidos en la actualidad no le conviene perder su posicionamiento geoestratégico en nuestra región, así que como en 1950-1958 hará todo lo posible porque sus intereses permanezcan intactos.
La historia no nos miente, es un reflejo de nuestra realidad y nos da herramientas para entender nuestro presente, así que debemos permanecer atentos a nuestro enemigo real e histórico y seguir adelante con las luchas de nuestros pueblos ¡fuera Estados Unidos de nuestro Continente!
