«Vendieron nuestro futuro» fue el grito de miles de panameños que tienen parado el país en contra de un contrato minero

Por Ana de León, EFE

Este miércoles miles de jóvenes panameños se movilizaron por las principales calles de la Ciudad de Panamá para exigir la derogación del contrato aprobado recientemente con una minera canadiense. Sindicatos obreros y de educadores salieron a las calles de la capital y en algunas zonas del interior en rechazo a la aprobación del contrato ley que autoriza a la empresa Minera Panamá una explotación por 20 años. Esta empresa explota la mina Cobre Panamá y exporta el mineral desde junio de 2019, especialmente para el mercado chino. La ciudadanía exige la derogación del contrato de la mayor empresa minera de cobre de Centroamérica, “nos están robando” es el grito popular.

A golpe del característico «pailazo» (golpear una cacerola) y al ritmo del tamborito, los manifestantes marcharon durante esta tercera jornada de protestas desde la avenida marítima, pasando por la emblemática Calle 50 y la sede de First Quantum Minerals (FQM), la minera canadiense con la que se aprobó ese polémico contrato.

“Rechazamos el contrato minero por todo el saqueo que se están llevando de nuestros recursos naturales y se los llevan al extranjero. No alcanza ni para pagar la planilla estatal”, dijo a EFE la joven líder ambientalista, Camila Aybar.

Aybar explicó que “la mina está dentro del área del Corredor Biológico Mesoamericano, una de las áreas con más biodiversidad del mundo, y el contrato tiene una cláusula que permite a la empresa hacer lo que quiera, siempre y cuando las leyes panameñas no le lleven lo contrario”.

Muchos de esos jóvenes ataviados con el sombrero pintado, unas de las prendas más tradicionales, o con la blusa de la selección de fútbol aclamada en los últimos años, “salomaban”, un grito común parte de la identidad cultural, y entonaban consignas como “el oro de Panamá es verde” y “Panamá vale más sin empresa.

Durante toda la manifestación, la más masiva hasta el momento, sonó en repetidas ocasiones “Patria”, del cantautor panameño Rubén Blades, una canción convertida en un himno popular por los manifestantes, que colmaron las principales arterias de la capital con banderas panameñas.

La mina Cobre Panamá, con una inversión de unos 10.000 millones de dólares, cuenta con 5.279 trabajadores directos y genera cerca de 40.000 empleos indirectos, según datos del Gobierno y la empresa. Sin embargo, las protestas de los panameños contra la mina se han venido realizando en los últimos meses, especialmente en la capital, con saldo de heridos en enfrentamientos con la Policía, algunos de gravedad como un fotógrafo que perdió un ojo el jueves pasado.

La Defensoría del Pueblo denunció el viernes una “escalada en el uso de la fuerza por parte de la Policía Nacional” contra los manifestantes y pidió a la Fiscalía una investigación, mientras que el director del organismo de seguridad, John Dornheim, ha dicho que los agentes están siendo atacados con objetos “contundentes” en las protestas.

El conflicto por el tema minero causa pérdidas millonarias a la economía nacional por los bloqueos, afirman los empresarios, que reconocen el derecho a la protesta pero piden otra forma de ejercerlo.

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