Detienen al expresidente de Bolivia Luis Arce por presunta malversación de fondos cuando era ministro de Evo Morales

Por MC

Este miércoles 10 de diciembre de 2025, el ex-presidente boliviano Luis Arce fue detenido en la ciudad de La Paz, en el contexto de una investigación por presunta corrupción, informaron autoridades y medios locales.

Según confirmó su exministra de la Presidencia, María Nela Prada, la detención responde a una orden de la Fiscalía que lo vincula con un presunto desfalco de fondos públicos, específicamente en el marco del Fondo de Desarrollo Indígena Originario Campesino (FONDIOC), mecanismo destinado en su momento a financiar proyectos productivos para comunidades indígenas y campesinas.

El fondo FONDIOC, gestionado entre 2006 y 2014, recibió a lo largo de esos años más de 3.197 millones de bolivianos, algo así como 460 millones de dólares, con el objetivo de apoyar el desarrollo rural. Pero auditorías realizadas desde 2015 detectaron irregularidades graves: decenas de proyectos inconclusos o inexistentes, desembolsos sin respaldo, pagos a cuentas personales, e inversiones sin comprobantes. En concreto, la Contraloría identificó inicialmente un perjuicio de unos 71 millones de bolivianos (10 millones de dólares), cifra que con nuevas constataciones se amplió a alrededor de 182 millones de dólares.

El papel de Arce en esta causa tiene que ver con su rol como Ministro de Economía durante ese período y su participación en el directorio del FONDIOC: la Fiscalía investiga si, desde esa posición, autorizó o avaló decisiones que facilitaron los desvíos y faltas de control.

La detención de Arce ocurre en un momento de fuertes tensiones políticas: apenas hace unas semanas (noviembre de 2025) fue expulsado de su partido, Movimiento al Socialismo (MAS), bajo acusaciones de desviar fondos del propio instrumento político. Esa ruptura marcó una antesala de desgaste institucional que ahora adquiere dimensiones judiciales.

La noticia generó reacciones inmediatas en Bolivia: ciudadanos, organizaciones sociales y actores políticos comenzaron a movilizarse, algunos defendiendo que la medida busca depurar el sistema, otros denunciando persecución política. El hecho vuelve a colocar en el centro del debate público la administración de recursos estatales destinados a pueblos indígenas y campesinos, un tema sensible en la historia reciente del país.

Por ahora, la acusación está en etapa de investigación: no hay sentencia, ni se han divulgado montos definitivos atribuibles a Arce; la causa apenas inicia su curso judicial.

Este giro, detención de un exmandatario, investigaciones por corrupción histórica, fractura interna del MAS y movilización social, podría marcar un punto de inflexión en la política boliviana. Las próximas semanas serán clave para determinar si este caso es un paso hacia la limpieza institucional o el inicio de una nueva etapa de polarización.