Por Noelia Carranza | Foto: Ruters, EFE, Presidencia Colombia
El sábado 9 de septiembre se reunieron en la ciudad de Cali los presidentes de Colombia y México en el cierre de la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas.
López Obrador llegó a Colombia, en apenas su sexto viaje al exterior en sus casi cinco años de mandato, en los que solo ha visitado Estados Unidos (cuatro veces) y Centroamérica y Cuba. Luego de visitar el país caribeño AMLO viajó a Chile y seguirá su único viaje por Latinoamérica, algo inusual en este mandatario, ya que incluso rechazó viajar a Rusia en otras ocasiones.
El presidente mexicano coincidió con su par colombiano y aseguró que para enfrentar el flagelo de la drogadicción se debe atender sus causas bajo un nuevo criterio alejado de las medidas coercitivas.
“Tenemos que luchar primero contra la pobreza, contra la desigualdad para enfrentar el problema de la violencia, hay que ofrecer empleos, buenos salarios, atender a los jóvenes, garantizarles la oportunidad de estudio, de trabajo (…) Atenderlos, darles opciones es quitarles el semillero a las bandas de la delincuencia, que no los enganchen”, dijo AMLO.
Por su parte Gustavo Petro indicó que: “Nuestro silencio estos 50 años fue cómplice en un genocidio en nuestros países porque eso es lo que provocó la política oficial de guerra contra las drogas en nuestra América Latina”, aseguró el mandatario colombiano.
Petro enfatizó que: “La política llamada guerra contra las drogas ha fracasado, no sirve, si la continuamos vamos a sumar otro millón de muertos en América Latina y vamos a tener más Estados fallidos y quizás la muerte de la democracia en nuestro continente”.
Colombia y México “somos las mayores víctimas de esta política. Eso es lo que ha provocado la política oficial de guerra contra las drogas en nuestra América Latina, un genocidio”, afirmó el presidente Petro.
“Tenemos esa experiencia de 50 años, una experiencia sanguinaria y feroz, y se empieza a repetir desde hace algunas décadas en otros países como México. Por eso, quizás, el hecho de que sean Colombia y México los citantes de esta reunión tiene un sentido, un valor en el planeta tierra, en la humanidad”.
Ambos presidentes coinciden en un cambio de medidas. Petro propuso que todos los presidentes de América Latina y el Caribe se unan en una “voz diferente” para “dejar de repetir un discurso fallido que mira las drogas como un problema militar y no como un problema de salud de la sociedad”, expresó el mandatario colombiano.
Documento final llamando a la unión latinoamericana
El documento final de la cumbre reúne recomendaciones de los países latinoamericanos que participaron del evento y propone crear un grupo de seguimiento integrado por representantes de los Estados de la región.
Todo ello con el objetivo de crear una política que permita abordar el problema de las drogas con un enfoque en los derechos humanos, el cuidado del ambiente, el respeto por las tradiciones campesinas e indígenas, la salud mental, la protección comunitaria y el combate a la desigualdad social.
El documento que selló la conferencia y que se presentará en una cumbre mundial en 2025 también incluye la necesidad de contrarrestar el flagelo de las drogas apuntando a sus causas estructurales, como la desigualdad, la pobreza, la falta de oportunidades y la violencia. Así como impulsar proyectos de desarrollo en comunidades que cultivan coca, la materia prima de la cocaína, garantizando su tránsito a actividades lícitas.
Los firmantes se comprometieron a la implementación de políticas públicas sobre la base de un nuevo paradigma que busque reducir la demanda de drogas, así como romper los vínculos “nefastos” entre el narcotráfico y otros delitos como el tráfico ilegal de migrantes, el lavado de activos, la tala ilegal, el tráfico de armas y la corrupción.